
Lo que empezó como una típica discusión de tránsito en Argentina terminó con un emotivo final inesperado. Dos conductores protagonizaban una acalorada pelea en plena calle, luego de que uno de ellos no dejara de tocar la bocina, lo que irritó al otro.
El conductor molesto se bajó del auto para recriminarle los bocinazos constantes, pero en medio del cruce verbal, ambos se miraron bien… ¡y se dieron cuenta de que se conocían!
La sorpresa fue tal que la tensión se desvaneció al instante. La escena, que parecía ir directo al conflicto, terminó con abrazos y risas entre dos viejos amigos que se reencontraron de la forma menos pensada.