La decisión de la fiscal Adjunta Nº 2, Mercedes García, de desestimar la detención de una pareja sospechosa de intentar secuestrar a un niño de ocho años en Potrero de los Funes, ha desatado una ola de indignación en la comunidad sanluiseña. La Policía había detenido a los acusados tras un operativo extenso que involucró a decenas de efectivos, pero cuando se comunicaron con la fiscal, García no atendió el teléfono y luego envió un mensaje de WhatsApp indicando que no podía hacerse cargo debido a una intervención odontológica, citando a la fiscal titular, Dra. Antonella Córdoba, quien desestimó la importancia de la detención.
Este episodio ha resucitado el doloroso recuerdo del caso de Guadalupe Lucero, cuyo impacto aún está presente en la memoria colectiva, y ha generado un fuerte rechazo social. La comunidad se siente preocupada por la desidia judicial y la falta de respuesta rápida ante casos de inseguridad, lo que pone en duda la eficacia del sistema de justicia local. Los sanluiseños exigen una respuesta contundente y temen que la impunidad continúe afectando a las víctimas de delitos graves.
