Alguna vez te ha pasado que al tocar a alguien sientes un pequeño «calambre» o «choque eléctrico»? Aunque puede ser incómodo o sorprendente, tiene una explicación científica sencilla: se trata de una descarga electrostática.
Este fenómeno ocurre cuando tu cuerpo acumula carga eléctrica debido al roce con ciertos materiales como alfombras, ropa sintética o incluso objetos plásticos. Al frotar, tu cuerpo gana o pierde electrones, quedando con una carga eléctrica positiva o negativa.
La clave está en la diferencia de potencial eléctrico entre dos personas. Cuando tocas a alguien con una carga diferente a la tuya, los electrones se transfieren rápidamente para equilibrar la diferencia. Este flujo repentino de electricidad es lo que sientes como un «toque eléctrico».
Este fenómeno es más común en ambientes secos, con ropa sintética y calzado con suelas de goma, ya que estos factores dificultan la disipación de la carga eléctrica.
Estas descargas son inofensivas, ya que la cantidad de energía involucrada es mínima y no representa ningún riesgo para la salud.
