San Jerónimo es un santo cristiano de los conocidos como «padres de la iglesia», que tradujo la Biblia del hebreo y, por si eso no le fuera poco, del griego al latín. Por eso el 30 de septiembre se conmemora el día de los traductores.
Por su parte es el patrono de Córdoba porque así lo decidió en 1573 Don Jerónimo Luis de Cabrera, fundador de la Ciudad.
